jueves, 30 de mayo de 2013

CAPITULO 3: EVOLUCION DE UN ACTO DE VIOLENCIA EN EL HOGAR


EVOLUCIÓN DE UN ACTO DE VIOLENCIA

EN EL HOGAR

Un acto de violencia es demasiado complejo y no podemos aislarlo o dejar de analizar todos los elementos que lo rodean, desde la historia individual, y sobre todo sin considerar las expectativas sociales.

Primero debemos entender cómo llega el hombre a absorber los patrones sociales que usa en sus relaciones.

AUTORIDAD, CONTROL Y DOMINIO

Los hombres creen que le objetivo principal en una relación es tener intimidad, la cual incluye compañía, sexo, cariño, comprensión, apoyo, la fundación de una nueva familia, etcétera. El proceso de violencia no se encuentra solamente cuando el hombre realiza algún acto específico de violencia, sino cuando entra en una relación. El hombre alimenta su violencia desde que nace y la sociedad le atribuye ciertos patrones de conducta y de pensamiento que él acepta como verdaderos.

 

LA FORMACIÓN DE LA AUTORIDAD: LOS PRIMEROS AÑOS

El proceso de formación de la autoridad es muy complejo y empieza desde muy temprano en la vida del hombre. Cada hombre nace con una identidad muy particular e individual que no se ajusta al patrón social, se le tiene que educar para que responda a las normas sociales. Desde que nace, el hombre es educado o preparado para vivir el papel social de la masculinidad o de macho.

Las expectativas de la familia desde antes de que nazca son muy específicas, generalmente la pareja decide tener un hijo, pues las mujercitas son “más comunes” y se suponen incapaces de “proseguir la familia”, porque en algún momento ellas van a “ser de alguien más”, ajeno a la familia. Se espera que llegue el heredero, para que sea quien siga con el mandato que el padre ha empezado. Los niños en nuestra sociedad se consideran adultos inacabados que tienen que esperar al futuro para poder ser, o sea para ser respetados totalmente.

El padre:

En nuestra sociedad el padre es una imagen de poder, supremacía y sabiduría a la que se “debe” admirar y respetar a cualquier costo. El padre es el protector y el que toma decisiones; es el personaje al que se tienen que amar, pues si no se le ama es atentar contra uno mismo. Es un ser desconocido que pasa poco tiempo en el hogar y tiene poca interacción con los hijos.

El padre transmite preceptos históricos de generación a generación, que los demás adquieren como inmutables. Todos los miembros de la familia se crean una imagen de padre – superior – sabio – proveedor que en realidad no existe. Ser padre en nuestra sociedad es la meta última a la que el hombre debe aspirar – incluso sin llegar a casarse y sin asumir responsabilidad alguna por los hijos e hijas.

El niño se desarrolla con expectativas contradictorias. Por un lado están las promesas de ser el que manda como su padre, y por otro el miedo de ser como su padre, porque no obtuvo su apoyo y realmente no lo conoció. Ser hombre – padre le asegura no sufrir como su madre. Se crea una división de género en la cual debe decidir que genero adquirir.

Ser padre en nuestra sociedad es la meta ultima a la que el hombre debe aspirar, incluso sin llegar a casarse y sin asumir la responsabilidad algunas por los hijos e hijas.
 

 

La madre:

Es una figura mítica, aunque mucho más humana y vulnerable. Es la persona que “se sacrifica” por todos los miembros de la familia, atenta y dispuesta para satisfacer las necesidades de los otros a expensas de sí misma, una buena madre acepta el sufrimiento y más si se ha abnegado y aceptado el dolor, será considerada como mejor madre. Para el niño la madre sirve de apoyo y práctica en su proceso de aprender su papel. Ella es el primer ejemplo que el niño tiene como los seres humanos se relacionan mediante la imposición, dominación, subyugación y abnegación. El hombre aprende que tiene que encontrar una mujer que abandone sus propias necesidades para satisfacer las del padre – esposo.
 

Las hermanas:

Desde muy temprano lo tratan diferente que a las hermanas, le dan más recursos, prioridad y sobre todo lo empiezan a entrenar para que sea el segundo jefe de la casa, aprende que su papel ya está determinado, solo tiene que creer lo suficiente y tomar su lugar. Las niñas tienen un destino: crecer, casarse, ser de otro y tener hijos; al inculcarles la obligación de ayudar en las tareas domésticas o incluso les adjudican el papel de madres cuando la madre real no está en condiciones de desempeñar su papel. Los padres y las madres se precian de tener hijos problemático desde pequeños; a la niña la castigan para que deje las conductas que no son “apropiadas para las damas”. El niño aprende que hay dos categorías opuestas: los niños tienen como tarea ser traviesos y explorar el mundo para tener influencia y cambiarlo a voluntad, y las niñas tienen como tarea ser sumisas. Las hermanas también sirven de entrenamiento para llegar a ser como el padre.  Los juegos de las niñas son siempre en espacios limitados, generalmente dentro del hogar.

 

LAS PRIMERAS RELACIONES DE PAREJA

Cuando un hombre encuentra a una mujer la ve como una pareja potencial y hace todo lo posible para “conquistarla” finge “amor”, esconde su machismo y muchas de sus debilidades y problemas, y muestra una personalidad muy diferente a la que realmente tiene. Para el hombre el amor es adaptarse a los parámetros sociales que tienen que juzgar el mismo y la mujer. El hombre entra en relación convencido de que todo lo que aprendió en su hogar y en su grupo social y cultural, es la forma correcta de relacionarse; la violencia contra la pareja no empieza en el momento en que decide golpearla, sino desde que la controla y le miente para que se convierta en su pareja: esto es violencia emocional. Para él es importante que ella acepte ser “suya”, porque esto reafirma su masculinidad ante sí mismo y ante la sociedad. “conquistarla” es un reto para su capacidad de controlar y dominar.

 

La transición:

La presión para ambos es muy grande, pues se espera que lleguen a la “madurez” al formar una nueva familia. El casamiento es la transición mas grande de la relación.

El hombre considera que casarse es su oportunidad para poner en práctica todo su entrenamiento anterior de ser el padre- jefe de casa. Durante los primeros meses o años, el hombre no suele ser violento física o verbalmente con su pareja porque la novedad ayuda a que sean flexibles entre ellos y a evitar la violencia. Esta flexibilidad es una ilusión porque generalmente en este proceso la mujer ya ha tenido que aceptar las imposiciones del hombre.

 

Control y dominio:

Todo este proceso se lleva a cabo para asegurar que el hombre va a tener el control de la relación, pues es la base de confirmar su autoridad es la capacidad de controlar a su pareja. En nuestra sociedad, un hombre es el que tiene dominio, mando, predominancia y esto lo obtiene al comprobar, inspeccionar, fiscalizar e intervenir para regular las acciones o conductas de otras personas y de él mismo. Ahora que es él el padre, espera que todas las personas en su familia, especialmente “su mujer”, acepten su posición de controlador y regulador de la dinámica familiar.

Este control está compuesto por los siguientes elementos:

·         Las asignaciones del hombre hacia la mujer, o sea el concepto de las tareas y responsabilidades que el hombre espera de ella.

·         Hacerle saber a la mujer lo que él espera de ella, mediante expresiones directas o indirectas.

·         Coercionar a la mujer.

 

La autoridad:

La autoridad del hombre va unida a su deseo de controlar, pues si no pudiera controlar a la mujer no tendría forma de saber si realmente es superior y, por tanto, la autoridad. Para ser autoridad, el hombre necesita tener el control total sobre la mujer. Cuando el hombre se cree la autoridad tiene que ser violento y denigrar a la mujer para mantenerse como superior. Cuando el hombre tiene una pareja cree que es dueño del cuerpo, la energía, las acciones, los pensamientos y sentimientos de la mujer. El objetivo final del hombre es usar los recursos físicos, intelectuales, emocionales, sociales y espirituales de la mujer. El hombre tiene dos formas: Una es controlando a la mujer mediante las acciones que ella realiza cuando él quiere, y por otro viviendo concomitantemente las emociones de la mujer.

Para controlar a la mujer, el hombre usa el cuerpo de la mujer en tres maneras diferentes:

·         Como objeto sexual

·         Como trabajadora domestica

·         Como inferior a él para probarse como autoridad

 

La sexualidad es muy importante para el hombre, pues es la razón por la que se cree superior, por ser hombre.

El trabajo de la mujer, tanto doméstico como fuera de la casa, también es considerado por el hombre como una propiedad suya.

Para poder mantener su imagen de superior, necesita sobajar constantemente a la mujer y por eso ejerce la violencia todo el tiempo.

Las emociones, de las que tanto huye, en realidad son la forma de percibir y procesar sus experiencias y saber cómo lo afectan; es decir, son sus reguladores ecológicos.

 

Los servicios:

Una vez que el hombre se ha establecido como la autoridad en el hogar, necesita asegurarse de obtener beneficios de su pareja. Son actos que la mujer realiza para satisfacer las asignaciones que el hombre le impone. El hombre dispone de los recursos, la energía y el cuerpo de su pareja para su propio beneficio como autoridad; son una forma de comprobar su autoridad. Es la forma como regula las acciones de ella para asegurarse de que cumple con las tareas que él le asigna y para seguir controlándola.

Los servicios más importantes para el hombre son tres: que refuerce la posición del hombre como autoridad, que la pareja acepte ser posesión del hombre y que le dé sus recursos al hombre.

·         El primer servicio, confirmar que el hombre es la autoridad y ella es subordinada. En nuestras culturas es común que el hombre utilice a su pareja para darse un sentido de valor, especialmente si la mujer es atractiva.

·         El segundo servicio, es exclusivamente una posesión de él, ella debe cambiar muchas o todas las actitudes que él no aprueba; desde su forma de actuar, sus amistades, su sexualidad, su forma de vestir, hasta su forma de pensar y de ser.

·         El tercer servicio, la mujer acepta aportar sus recursos para beneficio del hombre. La manera más usual de brindar estos recursos es realizar las tareas domésticas, servir como agente de control cuando el hombre no está.

La masculinidad, es un mecanismo de regulación que ignora las necesidades del individuo y de su medio ambiente. El hombre cree que mientras más agresivo sea, más lo van a admirar, porque un hombre que sufre estoicamente los “ataques de la mujer” y sobrevive, es un hombre digno de admiración; pero si logra “domar a su mujer” e imponerse, ser visto como “un gran hombre”.

El hombre percibe las relaciones interpersonales muy cercanas como una lucha o competencia en la que debe destruir o ser destruido, sin importar que la otra persona diga de lo que lo ama y a pesar de que él mismo dice amar a su pareja.

 

El riesgo fatal:

El hombre gasta su energía tratando de poner en práctica las expectativas sociales de superioridad, pero en realidad, termina suprimiendo sus reguladores ecológicos.

El riesgo fatal es el momento en que su superioridad ya no le funciona y se encuentra en una situación desesperada y cree estar al borde de la muerte. Si el hombre se detiene a reflexionar en este momento de riesgo fatal, quien muere es su identidad de superior, no él como ser humano.

Para el hombre resulta muy grave que la mujer tome iniciativas y decisiones sin su participación, el hombre recurre a la agresión verbal es un intento de volver a imponerse y controlar a la mujer. Esta violencia es efectiva y ella termina aceptando llevar a cabo los servicios que el hombre espera, creándole un hábito que después será muy difícil romper. Esto es una crisis, pues si estos dos elementos fallan, ya no tiene cómo sobrevivir. Cuando la mujer se niega a darle los servicios que él hombre pierde su posición de autoridad y sus reguladores ecológicos.

 

Control y dominio:

·         Aceptar que la pareja está haciendo algo que es más importante para ella y dejar que su autoridad “muera”.

·         Reafirmar su superioridad, controlando y dominado a la mujer mediante la violencia.

 

Violencia emocional:

·         El hombre hiere los sentimientos de la pareja para forzarla a darle los servicios y aceptar su autoridad.

·         Deja de hablarle, la mira con exposición amenazante.

 

Violencia verbal:

·         Cosificar, es minimizar a la mujer.

·         Denigrarla, quitarle su valor al criticarla, juzgarla y definirla.

·         Las amenazas, son promesas de realizar la violencia física.

 

LA DECISIÓN DE UTILIZAR LA VIOLENCIA FÍSICA

Para ser violento, el hombre tiene que acercarse a la mujer y eso es violencia física. El hombre detiene su violencia cuando ha obtenido lo que quería: imponerse como autoridad; con esto inicia nuevamente el ciclo de violencia.

Le llamamos decisión de ejecutar violencia física precisamente porque es una decisión. La mayoría de los hombres niegan haber tomado la decisión de ser violentos emocional, verbal, sexual o físicamente. Este es el privilegio que cree tener dentro de un sistema patriarcal en que su posición como hombre macho le permite pensar que realmente no tomo esta decisión.

 

COMENTARIO

Con demasiada frecuencia escuchamos sobre los diversos tipos de violencia familiar y nos preguntamos si existe un antídoto contra ella. Nada podría eliminarla rápidamente, aunque los expertos coinciden en que una reeducación de padres e hijos con una revisión de valores y estructuras sociales es el mejor método para prevenirla. Es algo difícil pero no imposible, con esfuerzo y ganas lo podemos hacer realidad.

La violencia familiar se puede manifestarse a través del maltrato físico: cachetadas, patadas, tirones de pelos, pellizcos, empujones, golpes con otros objetos (palos, cuchillos). Es una etapa peligrosa que puede terminar en la muerte. Es un maltrato evidente, pero existe otro tipo que es menos notorio: el psicológico .Hay imposiciones o limitaciones sobre el arreglo personal, se prohíbe trabajar fuera de la casa, estudiar, recibir visitas, tener amistades o cuando se ejerce persecución, vigilancia y abuso constante. Muchos atribuyen esa actividad a los celos, el amor posesivo y a veces hasta se sienten halagados, sobre todo en la primera etapa del noviazgo. No perciben que es una forma de control que luego se irá agravando hasta asfixiar. Hay otras formas de violencia psicológica como los insultos relacionados con el aspecto físico, la inteligencia, la capacidad laboral, la dignidad y el honor. Las amenazas de realizar daños personales o a otras personas queridas. El silencio, no dirigirle la palabra por varios días y/o mostrar indiferencia. El aislamiento, , y la expulsión del hogar directa o indirecta, porque a veces el maltratador torna la situación tan insostenible que la otra persona no tiene otra salida que irse de la casa. El maltrato sexual en el que no se busca traer ni lograr el consentimiento de la víctima, sólo exhibir poder frente a ella, ejercer control, humillarla. También, el maltrato económico en el que se controla exagerada y obsesivamente los gastos de la casa.

Si hubiera comunicación entre las parejas no hubiera tanta violencia en los hogares vivieran en un hogar estable, porque si seguimos así nuestra sociedad seguirá aumentando es decir con nuestro hijos ya que ellos nos verán como modelos de violencia y lo practicaran cuando tengan sus familias, debemos ser conscientes de que no estamos actuando adecuadamente como seres humanos  y darnos cuenta del daño que nos estamos haciendo de nosotros mismos.

 

           GLOSARIO

MÍTICA: Muy famoso, excepcional y de referencia obligada.

IMPOSICIÓN: Establecimiento de algo que debe cumplirse obligatoriamente.

SARCASMO: Dicho irónico y cruel con que indirectamente se molesta o insulta a una persona.

SUBYUGACIÓN: Dominio o sometimiento poderoso.

ABNEGACIÓN: Sacrificio o renuncia voluntaria de una persona a pasiones, deseos o intereses en favor del prójimo.

DENIGRAR: Insultar y ofender a una persona de palabra.

MOLDEAR: Desarrollar el carácter de alguien en sus gustos, sentimientos, ideas, etc.

COACCIÓN: Violencia física, psíquica o moral para obligar a una persona a decir o hacer algo contra su voluntad.

COSIFICAR: Considerar y tratar como cosa a una persona o animal.

PREPONDERANCIA: Influjo, dominio o superioridad de una cosa sobre otra.

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